El Príncipe Feliz

Ensayo con máscara neutra

Basándonos en este título de la literatura clásica, el cuento del irlandés Oscar Wilde, hemos empezado a trabajar en un nuevo montaje. Esta vez el Dire nos ha embarcado en una obra dirigida al público infantil, aunque en realidad lo queremos englobar dentro del denominado "Teatro familiar". Vamos, entretener a los pequeñajos y a la vez a los padres, para que no se queden de charloteo en una esquina y vean el espectáculo como una excusa para deshacerse por un rato de sus pequeños demonios. En realidad con este tipo de montajes se busca tanto entusiasmar al niño y como emocionar a los padres.

Balterius siempre apuesta por probar cosas nuevas, y en este montaje, vamos a hacer triplete. Por primera vez utilizaremos sombras turcas, máscaras y marionetas en un montaje. ¡Por primera vez las tres cosas! Se trata de un trabajo muy intenso, porque requiere pruebas en muchos frentes, pero estamos muy ilusionados y decididos a progresar en el montaje de esta nueva propuesta a través de la investigación de estos tres quasi géneros teatrales.

Para que veáis que no mentimos, os dejamos unas fotinas del ensayo de ayer, sábado 10 de diciembre, en nuestro local de las Escuelinas, en Villabalter. Estuvimos probando diferentes personajes, desde la máscara neutra, para realizar un trabajo de cuerpo y emociones más intenso.

La Bego, en plan intenso

Yasmín, nuestra Golondrina, dándolo todo.

Nuestro Dire, Quino, nos metió una caña....

El Dire (Quino) contándonos los secretos de la máscara neutra.
A Sergio se le cae la babina.

¡Cómo se nota que vino con ideas frescas del curso de dirección escénica que hicimos hace un par de semanas con Nina Reglero! Nina, además de una profesional y un encanto de persona, es la directora de la compañía vallisoletana Rayuela, ganadora del premio Max Revelación en 2011 con "Dogville". El curso estuvo organizado por la Federación de Teatro Aficionado de CYL, y tuvo lugar en Valladolid los días 26 y 27 de noviembre:

Tenemos a todo el mundo trabajando ya para sacar adelante a nuestro Príncipe Feliz: a los músicos componiendo entre cerveza y cerveza melodías de acordeón y piano para emocionar al público, a nuestras creativas elaborando marionetas y bichejos, a un artista audiovisual modelando las máscaras, a nuestro manitas pensando en la escenografía, al presi buscando recursos y a los actores trabajando los personajes.

A veces una lee la prensa, se preocupa por la locura que es este mundo y piensa que la humanidad no tiene remedio. Pero luego se da cuenta del maravilloso y caótico latir de este hormiguero teatral y no le queda más remedio que sonreir y mantener las ilusiones más vivas que nunca.