Balterius

Balterius

10 de agosto de 2013

Colmillilmente suyo

Anoche tenía yo previsto, lo confieso, entromparme. Había recibido una invitación de los más dipsómanos miembros del Balterius (alguno hasta propuso cambiar el nombre del grupo por Bar-terius) para dejarnos caer por el casco viejo y castigar nuestros gaznates con algún bebedizo.

Estaba yo ya aleteando felizmente ante la perspectiva, cuando recordé que hoy sábado tenía una sesión de ejercicios espirituales. Ya saben: recogimiento, rezo y enemas a base de muérdago. Así que, tras el espectáculo, no me quedó otra que recogerme y meterme en mi ataúd a descansar (por cierto, no imaginan lo que cuesta encontrar un somier con forma de caja funeraria, oigan).

Antes de cerrar el ojo, todavía tenía en la mente las buenas vibraciones de la actuación setiquera del día. Si hay un día relajado y festivo en la SETIC, ese es el día de la actuación de Los Mojitos. Se congrega un numeroso público, el éxito del montaje está asegurado y como el grupo lo componen ciento y la madre tenemos mano de obra a raudales para las labores de carga y descarga. Por si fuera poco, el mismísimo Manolo está a los mandos del operativo.




En su tercer año consecutivo en la SETIC, representaron un clásico de Jardiel Poncela, Los ladrones somos gente honrada. Los textos del dramaturgo madrileño, que se mueven entre el absurdo y las astracanada con una pizca de crítica social, consiguen siempre llevar al público a la risa y dejarlo con un buen sabor de boca.


Lo que es evidente es que Los Mojitos han ido creciendo cada año y que son bien capaces de disfrutar y hacer disfrutar cuando se suben al escenario. Mérito suyo, sin duda, y de ese agitador social disfrazado de cómico que es Manolo. Lo dije el año pasado y lo repito: a ver si le ponen una calle o una estatua en el pueblo. ¿Qué demonios significa Barcaduro o Ponjalucho?


Recogimos en un pispás (ventajas de ser ya familia numerosísima) y luego la tropa se dispersó, si bien alguno, no quería irse a casa ni a tiros. Aquí vemos a Mademoiselle Tuska preocupada por quedarse sin sitio para el día de hoy.


Y es que encontrar sitio empieza a ser una actividad de riesgo en la SETIC. Comedores de pipas, espectadores que cambian de sitio cincuenta veces durante la función, portadores de teléfonos que siempre suenan y reservadores compulsivos de sillas (¿seguro que tienen tantos amigos? ¿de verdad?) lo ponen cada día más difícil. Balterius '98 se reserva en lo sucesivo el derecho de utilizar las pistolas Taser de 3.000 voltios que ya hemos adquirido o de contratar a la mafia rusa en aras de mantener la seguridad y el orden entre el público.

En fin, como recomendación para la SETIC y para la vida en general...


A todo esto le daba yo vueltas metido en mi ataúd y...¿adivinan? Vuelta va, vuelta viene y yo incapaz de dormirme. Al final tuve que levantarme y meterme entre pecho y alas un par de gintonics. Dos tragos, dos pelotazos pal cuerpo. Y entonces sí, me dormí como un tierno cachorrito y soñé que trotaba por verdes prados en los que ninfas en pelotas tocaban el arpa.






Hoy a las 22:30, Balterius '98, o sea nosotros mismos, ponemos en escena nuestra tradicional queimada. Este año, en Retazos de teatro en un baúl repasamos nada más y nada menos que la historia del teatro. Balterianos de todas las edades nos acompañarán en este viaje que finalizará con la queimada de nuestro oráculo particular, Gelo. Todo ello bajo la dirección de la ilustre Leticia García. No me fallen.

1 comentario:

  1. Estimado Colmilludo:
    un año más la Setic se me pasa sin poder presenciarla, se ve que no me organizo (parezco el "govierno"). Así que me voy conformando con los enlaces que vais ahorcando el feisbuq. Tengo que confesarte que a modo de consuelo voy siguiendo tu rastro ensangrentado en forma de ácidas letras engarzadas en el talento de tu teclado. Te echaré de menos. ¡Qué le vamos a hacer, soy adicto a las adicciones!

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